Este tipo de desayuno surge en Estados Unidos a mediados del siglo XIX cuando los hoteles americanos intentan ofrecer un desayuno que se adapte mejor a las costumbres de la clase media europea que cada vez empieza a viajar con más frecuencia.
¿Qué es un desayuno continental?
En los hoteles, el desayuno continental, suele servirse en forma de buffet y consta de café, chocolate o té con o sin leche, bollería tipo brioches o cruasanes, tostadas con mantequilla y mermelada, así como pan, quesos, embutidos, yogures, fruta y cereales.
Por extraño que parezca, se trata de un desayuno “ligero” si se le compara con el desayuno típico inglés en el que son habituales el bacon frito, las salchichas, las morcillas, huevos fritos o revueltos, champiñones, tomates, alubias guisadas, porridge, tortitas y tostadas con mantequilla y mermelada, todo ello acompañado de una buena taza de té, muy popular no solo en Gran Bretaña, sino en todos los países con influencia de la cultura anglosajona como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Suráfrica.
¿Por qué se le llama desayuno continental?
Fueron los británicos los que bautizaron a este tipo de desayuno más ligero como desayuno continental, pues se trataba de un desayuno similar a los que se tomaban en países como Francia o los de la costa mediterránea, es decir, era el desayuno típico de los países del continente Europeo, ya que los británicos suelen referirse al resto de Europa como “el Continente”.
¿Por qué el desayuno continental es tan popular en los hoteles?
El desayuno continental sale rentable para los hoteles, pues no es necesario cocinar ningún plato y es fácil de gestionar con muy poco personal, basta con colocar en el comedor jarras o dispensadores de zumo de frutas, una cafetera, algo de y una cuantas bandejas de bollería, pan y fiambre.
¿Por qué suele ir incluido en el precio?
Tradicionalmente los hoteles solían contratarse con el servicio de pensión completa, pero con el paso del tiempo los clientes empezaron a preferir tener mayor flexibilidad a la hora de las comidas, por lo que los hoteles tuvieron que adaptarse y las comidas dejaron de estar incluidas en el precio.
Como término medio, empezó a popularizarse el modelo continental, que suele siendo el más habitual hoy en día, en el que con el precio de la habitación se incluye un desayuno continental. Así, los clientes pueden desayunar y reponer fuerzas a primera hora del día y luego disfrutar de plena libertad para elegir las comidas del resto del día.